domingo, 3 de mayo de 2009

Alejandro del prado (CALÉ)


Ilustraciones: Caricatura de Alejandro del Prado (Calé) realizada por Jorge de los Ríos y Portada del libro "Buenos Aires en camiseta", selección de páginas publicadas en "Rico Tipo" entre 1953 y 1956, publicado por Ediciones de la Flor en 1994.



……………Considero que es un acto de justicia
……………dedicarle esta nota a María Esther del Prado,
……………quien fuera su esposa hasta ese negro 3
……………de mayo de 1963, y de ahí en más pasó a
……………ser la gran impulsora de la obra realizada
……………por Calé, para mantener viva su memoria
……………y para que pudieran conocer esa obra
……………las nuevas generaciones.



-Me confesó en una ocasión, que el gran deseo de su vida era ser jugador de fútbol –me confió hace ya unos cuantos años, su colega, el dibujante Jorge Elena – A eso vino a Buenos Aires de su Rosario natal –agregó-. Y su gran ilusiòn era jugar en River, del que era realmente fanático…
Lo de fanático de River era exacto, a tal punto que el mismo Alejandro del Prado, que después alcanzaría su apogeo con el seudónimo de Calé-, tras fracasar en la cuarta del club, llegò a escribir en la revista “River” adoptando el seudònimo Alejandro, el fana, que se constituyó en un personaje.
Pero Del Prado no era rosarino, al menos de nacimiento, ya que lo llevaron a Rosario poco después de nacer en la Capital Federal, el 14 de diciembre de 1924.
Lo cierto es que ese fracaso como futbolista decide a Alejandro del Prado a intentar dedicarse al dibujo, en un comienzo, haciendo avisos publicitarios para bailes, pero con la esperanza de empezar a publicar en alguna revista.
-Siempre fue talentoso, desde el principio. Si seràn ciegos –protestaría con su proverbial humildad el ya mencionado Jorge Elena –A mì a veces me daba vergüenza cuando se aceptaban las pavadas que llevaba y a él le rechazaban LOS MISMOS DIBUJOS Y COSAS que hizo después…
Pacientemente, en la misma forma que realizaba cada dibujo –un dibujo convencional podía llevarle toneladas de bocetos- recordaría años después su hijo Horacio – Alejandro del Prado fue tomando posiciones a partir de “Descamisada” –donde continuaría el personaje Colonio. Germinal Lubrano, uno de los directores de la revista, recordarìa después que el dìa que Calé les llevó los primeros dibujos, no tenìa previsto dónde pasar la noche, y aceptó el ofrecimiento de dormir sobre los paquetes de devolución de “Descamisada”).
Después siguieron “Chingolo”, “Pobre Diablo”, “Democracia”, “El Laborista”, “PBT” (2ª època), “Pica-Pica” –en la que publicaba Nemesio Baranda, Galerita, Disco Rayado y otras secciones firmando indistintamenmte como Calé y Bichi
Tambièn usaría el seudònimo Tablonacho al escribir comentarios futbolìsticos en “Rico Tipo”, y algunas crónicas en “La Nueva Cancha”
Otras secciones creadas por Calé fueron Biografolio, Fideo Tape y Cosas que pasan, También es el autor de los personajes Tijerita y El perro Pistola,
habiendo colaborado con Délfor en libretos para “La Revista Dislocada” y escribiendo además, monólogos para Canal 9 propalados en 1962 bajo el tìtulo Negro el 4, y cuentos infantiles para Canal TV
Pero es en la revista “Sucediò con la Farra” donde aparece el Calé, cuya producción se prolonga en el tiempo, siendo redescubierta y revalorizada por las nuevas generaciones a veinte años de la desaparición fìsica de su autor
“El mundo de Calè es el mundo barrial del proletariado naciente y de la pequeña clase media favorecida por la expansiòn de los años 40”, ha señalado Jorge B. Rivera en 1976. Y ya en 1983, el dibujante Caloi que por aquel entonces apenas tenìa diez años, reconocerá: “Lo que Calé decía yo lo vivía. Era como si alguien sacaba fotografías de mi barrio. Cuando Calè ya desaparecía, y yo era un profesional, empecè a valorizar su obra, porque a la par de él, el barrio, los valores y todas esas cosas que Calé tan bien describía empezaban a desaparecer. Es ahì donde la figura de Calé crece, se agiganta, no por la nostalgia sino por la profundidad con que habìa pintado una parte de mi vida, que curiosamente era la misma de la mayorìa de los argentinos. El barrio, sus instituciones, su gente, sus personajes eran un baluarte de la cultura peronista…
Durante la breve vigencia de la revista “Sucediò con la Farra”, la sección de Calé se tituló “El Buenos Aires ìntimo”; luego, al pasar a “Rico Tipo”, el tìtulo original fue reemplazado por el màs popular de “Buenos Aires en camiseta”. Tal vez Calè se haya sentido más còmodo con el tìtulo primitivo y la escasa trascendencia de la revista que lo publicaba entonces, dejàndole màs margen para su espìritu de bohemia.
-Esto está tomando demasiada trascendencia, esto que yo hago no es para tanto, yo siempre dibujé mal, ayer hicieron un comentario por la radio sobre mi pàgina, tengo que dibujar mejor… -se preocupaba Calé, palabras más o menos, segùn lo recordara su hijo Horacio en “Tiempo Argentino”, evocando a la vez el drama de cada entrega de material:
-Cuando pasaban días y la entrega a “Rico Tipo” se demoraba, Divito enviaba telegramas, mensajes telefònicos a los vecinos, o directamente un empleado de la revista, que atravesaba la ciudad en el trolebús 306, desde el centro hasta aquel casi suburbio de Villa Real de calles por entonces sin asfaltar, zanjones y tablas de madera para saltarlos. Invariablemente aquel enviado llegaba mordiendo blasfermias, con un ojo en el reloj del cierre, y el otro en la locura: ¿cómo podía ser que a un tipo que sólo publicaba en “Rico Tipo” y que sólo cobraba por página publicada, hubiera que ir a buscarlo hasta tan lejos para que se dignara a entregar los dibujitos?...
Pero Calé era también un perfeccionista, como lo demostraban los múltiples detalles de esas páginas prolijamente elaboradas: el sobretodo jaspeado, el traje “príncipe de Gales”, la melena enrulada, las ranuras del micrófono de la radio…
Segùn Horacio del Prado, “el final de la historia, desgaste circulatorio incluido, puede sintetizarse en la cercanìa de dos frascos de marcas tan contradictorias como Pelikan y Actemin (anfetamina de venta libre en ese tiempo), en la cercanìa de la angustia ante la pàgina por dibujar y la carcajada al terminarla, al darla, al compartirla.
El final sobrevino el 3 de mayo de 1963, cuando Calé tenìa 38 años. (Siulnas. Este artículo fue leído en la Academia Porteña del Lunfardo en su sesión del sábado 2 de mayo)

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola flia Del Prado,que buenos recuerdos,soy Luisa Blanco,,eramos vecinos de Villa Real,soy la hija de Luis Blanco de la calle Cortina.Calé un grande,cuantos recuerdos.Que es de la vida de uds? Me encantaria retomar el contacto.Mi mail:luisablanco08@hotmail.com Les mando muchisimos cariños,Luisa

Anónimo dijo...

SALUDOS AH TODOS SOY LA HIJA MAYOR DE JORGE ALBERTO ELENA GRACIAS POR PONEER PARTE DE SU HISTORIA ME GUSTARIA VER SUS DIBUJOS YA QUE YO NO TENGO GUARDADOS DE MI PADRE SALUDOS