miércoles, 10 de diciembre de 2008

Dos buenas razones de un caricaturista para recordar al Presidente Alfonsín


Arriba a la izquierda: Portada del catálogo para la muestra Los Presidentes y el Humor". Derecha: Caricatura del Presidente Alfonsín realizada por Siulnas en diciembre de 1983. Abajo: Collage que cubre las retiraciones del Catálogo



Como todo Presidente de la Nación, haya sido constitucional o de facto, Raúl Ricardo Alfonsín ha recibido (merecida o inmerecidamente, según el punto de vista de quienes lo calificaban), críticas y elogios.

Sin entrar en el análisis político, que no es el estilo de este Blog, valoro como caricaturista, dos aspectos para mí muy valiosos del ex Presidente que nos gobernó entre 1983 y 1989, al recordar que fue bajo su gestión que, inaugurando una nueva etapa con la voluntad de recrear espacios de tolerancia y pluralismo, el Museo de la Casa de Gobierno se reabrió en setiembre de 1988 con la exposición “Los Presidentes y el Humor”, para cuya concreción fuí convocado como asesor. Después de haber sido convocado en 1981 para desempeñar idéntica tarea en el Museo de la Caricatura Severo Vaccaro, que inauguraba en esos días su edificio propio, ninguna otra tarea similar hubiera podido ser más importante y gratificante. Se exhibirían en el mismo recinto que había albergado durante su mandato, a Presidentes que no habían tolerado, en ocasiones, esas mismas caricaturas que en algún caso, habían causado serios problemas a sus autores. No faltó nadie; estaban allí Bernardino Rivadavia, Justo J. de Urquiza, Bartolomé Mitre, Domingo F. Sarmiento, Nicolás Avellaneda, Julio A. Roca. Miguel Juárez Celman, Carlos Pellegrini, Luis Sáenz Peña, José Figueroa Alcorta, Roque Sáenz Peña, Victorino de la Plaza, Hipólito Yrigoyen, Marcelo T. de Alvear, José Félix Uriburu, Agustín P. Justo, Roberto M. Ortiz, Ramón S. Castillo, Pedro P. Ramírez, Edelmiro J. Farrell, Juan D. Perón, Eduardo Lonardi, Pedro E. Aramburu, Arturo Frondizi, José M. Guido, Arturo U. Illia. Juan C. Onganía, Roberto M. Levingston, Alejandro A. Lanusse, Héctor J. Cámpora, Raúl Lastiri, María Estela Martínez de Perón, Jorge R. Videla, Roberto E. Viola, Leopoldo F. Galtieri, Reinaldo Bignone, Raúl R. Alfonsín…Los caricaturistas éramos –entre los del siglo XIX y los del siglo XX– Pedro de Alzaga, Henri Meyer, U. Advinent, Mario Zavattaro, Enrique Stein, Carlos Clerici, José María Cao, Eduardo Sojo, Manuel Mayol, Ramón Columba, M. H. Latorre, Fernando Quesada, Juan Carlos Alonso, Eduardo Alvarez, Pedro de Rojas, Tristán, Fapa, Eduardo Muñiz, Rip, Víctor Valdivia, Delpuente, Andrés Dameson, Marvel, Arístides Rechain, Faruk, Mezzadra, Carlos Basurto, Anselmo Borello, Dobal, Landrú, Luis J. Medrano, Yaco Nowens, Siulnas, Norberto Vecchio, Mario A. Mauriño, Chaque, Rafael A. Del Zoppo, Alberto Bróccoli, Alex Salas, Geno Díaz, Flax, Carlos A. Lahitte, Izquierdo Brown, Tomás Sanz, Héctor Beas, Jorge de los Ríos, Andrés Cascioli, Carlos Garaycochea, Hermenegildo Sábat, Meiji, Leonardo Villarreal, Ceo, Raúl Fortín, Ricardo Barrosa, Eduardo Callejón, Armando Da Col, Alicia Durán, Guillermo Guerrero, Ricardo Heredia, Juaro, Maicas, Francisco Mazza, Meléndez, Carlos Nine, Luis Ordóñez, Héctor Ricardo Palacios, Rep, Miguel Ruiz Moreno, Juan Carlos Schäffer, Fernando Sendra, Marcos Siderman, Yacaré, Guillermo Almeida, Mono Di Palma, Marino, Osco, Beto Páez, Pratico, Roberto Di Palma, Sócrates, Roberto Fontanarrosa, Marlene Pohle, Quino, Julio Chamartín…

El otro aspecto del Presidente Alfonsín que valoré como caricaturista fue precisamente su aspecto físico, particularmente su rostro que después de tantos años, me posibilitaba volver a realizar una caricatura en la modalidad de mi época construtivista, aquella que Ignacio Covarrubias definiera en el diario “Crítica” como “humanidad geometrizada o geometría humanizada”, aquella que me significó tantos éxitos en las exposiciones y tantos rechazos en las revistas, que por entonces no aceptaban tanto modernismo. Por supuesto, esa modalidad estuvo presente en la muestra “Los Presidentes y el Humor”, a través de una réplica de la caricatura que le hiciera a Alfonsín tras su asunción en diciembre de 1983, ya que el original se hallaba en la Casa del Humor y la Sátira, en Gabrovo (Bulgaria).

Así que este 10 de diciembre de 2008, tengo dos buenas razones –y ambas risueñas– para saludar al ex Presidente Alfonsín, a 25 años de su asunción al poder.(siulnas)

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