Epígrafes de las ilustraciones: 1. Portada de la revista artesanal que realizaba a los 11 años, en la que aparecen reunidos todos mis personajes creados en la infancia. 2. Personajes de la etapa profesional creados para diarios y revistas entre 1954 y 1975. 3 Portada del libro “Aquellos personajes de historieta (1912-1959)”, editado en 1986. 4. Collage para el libro “Aquellos personajes de historieta (1912-1959)”, con todos los personajes comentados en el mismo. 5. Ani, la hermana mayor, publicada actualmente en distintos medios y hasta hace pocos años en la revista infantil del diario “Crónica” con el nombre de La Nena Croniquita
Fui lector de historietas en mi infancia, y lo seguí siendo en mi adolescencia y mi adultez. Empecé leyendo –o “mirando las figuritas”, porque a los 4 años no sabía leer- a Patoruzú, Don Fierro, El fantasma Benito se divierte, El gnomo Pimentón, Espagueti (como rebautizaron a Popeye en el suplemento de los miércoles del diario “Crítica”), El pato Donald, El ratón Mickey, Don Jacobo en la Argentina, El pibe Piraña, El gato loco, Mutt y Jeff, El gato Cicerón, Tucuta…
Después se sumaron a mi lectura Tancredo, Tric y Trake, Periquita hace lo que puede, Piantadino en el diario “El Mundo”… También estaban los personajes de las revistas “Figuritas” y “Billiken”: Paragüita, Tutú y su pandilla, El marqués de Puerto Nuevo, Rancagua, Pepe Bujía y su ayudante Cometa, Ocalito y Tumbita…
Al agregarse “Pandilla” y “El Pato Donald” también leía El Chiquito Abner, Ventarrón, Los hermanos Huracán, Rex el justiciero, La pequeña Anita, Jim Ellis, Namur el principe anfibio, Morro el màgico, Las aventuras de Ellery Queen, Martan el hombre maravilloso, El Caballero Negro. Y con la aparición de “Rico Tipo”, Fúlmine, El señor ¡Bang!, Bómbolo, Patiño, El Otro Yo del Dr. Merengue, Amarrotto, Marmolín… Ya para entonces dibujaba mis propias historietas en una revista manuscrita de ejemplar único por edición, que tuve la constancia de realizar y hacer circular todos los meses durante tres años: mis personajes de principiante eran Cuquito y su tío, Polilla, Federico, Cachito, Cimbrón el corsario, Aleteíto, Eve...
Con la aparición de “Patoruzito” se sumó el personaje con el que había debutado como lector, ahora “rescatada” su infancia, y también Mangucho y Meneca, Langostino el navegante independiente, Vito Nervio, Rinkel el ballenero (que aún no odiaba demasiado, porque no me había dado cuenta cuál era su profesión, aunque admiraba y sigo admirando el dibujo y la capacidad didáctica del gran maestro Tulio Lovato), y un poco más acá en el tiempo, Rip Kirby, cuyo modelo de anteojos sigo usando todavía.
Ya empezaban a profesionalizarse mis propios personajes: Cristalino, en “El Laborista”; dos años después, Magolín en “Tío Vivo”; al año siguiente, Videojito en “Canal TV”; y algún tiempo después, a poco de comprarme un Citroën 2CV, lo convertía en personaje de historieta conjuntamente conmigo para la revista “Mundo Citroën” que editaba la empresa fabricante de ese vehículo en la Argentina. Ya al editar mi propia revista, “Humorón”, surgieron El súper Don José, El Gallo de Morón y El perrito Boxi.
Hasta que pedida mi colaboración por Daniel Giribaldi para la revista infantil que incluía como suplemento el diario “Crónica”, se me ocurrió rescatar especialmente los personajes más olvidados en una historieta que titulé Historiando la historieta, en la que yo era el protagonista como evocador. Finalmente estas historietas fueron reunidas en un libro titulado “Aquellos personajes de historieta (1912-1959)”, cuyo prólogo proponía:
“Esta no es una historia de la historieta sino una evocación ordenada cronológicamente, es verdad, pero nada más que eso. Y nada menos. Porque evocar historietas equivale a revalorarlas, a volver a penetrar en esos cuadrados mágicos, reemplazando la ingenuidad perdida por la nostalgia adquirida.
“Pero, al desempolvar esas historietas, ¿las hallaremos realmente tan ingenuas como para no poder disfrutarlas? Al fin y al cabo, las historietas de todos los tiempos no han sido más para los chicos que los trenes eléctricos de juguete. ¿Y qué adulto no se sintió “realizado” al comprar “para sus hijos” un tren eléctrico de juguete?
“Claro, en la era de la informática se corre el riesgo de que la estratagema quede al descubierto, por cuanto muchos de nuestros gustos resultarán obsoletos a los chicos de las nuevas generaciones.
“Sin embargo, en el mundo de la historieta este mecanismo opera de otra manera, permitiendo que el recopilador –en forma surrealista- conduzca al lector de todas las edades al terreno de la ilusión, tal como Woody Allen lo hiciera con el espectador a través de “La rosa púrpura de El Cairo”, cuando la muchacha, fascinada por el aventurero personaje de la película, que ha pasado de la pantalla a la platea, se deja conducir por él al otro lado de la pantalla.
“En este libro, el recopilador propone introducirnos en viejas historietas –algunas todavía recordadas, otras totalmente olvidadas-, rescatando por un instante a aquellos personajes, no como un mero ejercicio de nostalgia, sino para restituir a cada uno y a sus respectivos autores el espacio que oportunamente ganaron en la hermosa tarea de producir habitualmente una sonrisa.
“Por tratarse de una evocación y no de una historia, el libro ofrece tres variantes para su lectura, ya que pueden disfrutarse por separado las historietas y los textos, o leerse conjuntamente a pesar de no estar ligados entre sí; es, como ya se ha dicho, nada más y nada menos que una evocación. “¿Acompañamos a Siulnas en esta primera (porque suponemos que habrá otras para rescatarlos a todos) excursión risueña a través del tiempo?”
¿Culminaba ahí mi relación con la historieta? Por supuesto que no; en el año 2003, la escritora y periodista Anamaría Blasetti me propuso la creación de un personaje que representara a la revista infantil del diario “Crónica”, naciendo La nena Croniquita, que en la actualidad, con el nombre de Ani, la hermana mayor se publica en “Democracia Nacional y Participativa”, un periódico para el Conurbano Bonaerense, y en la revista “Ahora…Paso del Rey”.
El próximo paso de Ani, la hermana mayor, es el Libro de lectura escolar, pues estas historietas son subliminalmente aleccionadoras; por otra parte, su texto no es común ni convencional; es para niños que ya aprendieron a leer.
Y el hábito de la lectura será cultivado en ellos sin que se den cuenta, lo que sólo se logra con la magia de la historieta que cuenta con importantísimos elementos que hacen al niño utilizar el pensamiento y asociar símbolos sonoros con gráficos; los niños necesitan cariño y juegos afectuosos para que el aprendizaje sea efectivo: la belleza, la incógnita, el suspenso, los ideales, la sorpresa, lo increíble, la risa, la historia, la amistad.
La historieta, entonces, es una lectura dividida en secuencias, en la cual los niños se hallan cómodos, entretenidos, observando los dibujos y al mismo tiempo leyendo contenidos entre el juego y la incógnita de qué es lo que llegará en el próximo cuadro, en la próxima acción.
Casi todas las palabras que se usan en las historietas de Ani, la hermana mayor, son de uso cotidiano y buscan hacer que los niños, espontáneamente y llenos de placer, con una sonrisa, quieran leer más y más…
Los alumnos se sentirán atrapados desde la primera historieta, no solamente irán incorporando nuevas palabras, sino que el éxito de la lectura será seguro, sin olvidar que al ser historietas subliminalmente aleccionadoras, aprenderán entreteniéndose.
El objetivo de Ani, la hermana mayor es hacer que el chico no se aburra, pero aprenda efemérides patrias, buenos modales, valores morales prácticamente perdidos, mientras va incorporando en él el gusto por la lectura. Seguramente muchos se sentirán identificados con algunos de los personajes, mientras tanto la didáctica y dinámica del libro hará que la lectura sea un juego, una visualización, pero por sobre todas las cosas y para siempre: un verdadero placer desde la niñez!!
Ahora acabo de enterarme que hay un Proyecto de Ley para instituir oficialmente el Día de la Historieta e incorporarlo al Calendario Escolar. ¡Me parece magnífico y justiciero! Son muchas las generaciones que contaron en su formación con las historietas de revistas escolares como “Billiken” y “Figuritas” entre muchas otras. Y debemos aceptar que a su manera, han sido verdaderos “próceres” historietistas –muchos de ellos hoy totalmente olvidados y otros un tanto desdibujados- como Carlos Clemen, Juan Oliva, Vidal Dávila, Roberto Gigante, Rosario Marino, Mirco Repetto, Gonzalez Fossat, Horacio Gutiérrez, Alfredo Ferroni, Pedro Gutierrez, Eduardo Linage, Ricardo Wareck, Fantasio, Araceli, Domingo Villafañe, Daloisio, Martinez Parma, Héctor L. Torino, Fola, Taggino, Carlos A. Linares Quintana, Skitt, Silvio Baldessari, Fernando R. Cao, Luis Macaya (padre e hijo), Valencia, Guerrero, H. Borraro, Francisco Blay, Domingo Pace, Lucas Ansol, Onofre Guratti, Germinal Lubrano, Divito, Mazzone, Emilio Cortinas, Battaglia, Umpierrez, José Liotta, Fernando R. Cao, Américo Serrano, Goz, Del Castillo, Giraldo, Luis Destuet, Ianiro, Jorge Hergott, Bonetto, Jorge A. Soto, Guido Ferrari, Ferro, Blotta, Silver, Vic Martin, Nazar Haleblian, Billy Gonzalez, Jorge Elena, Dobal, Jorge Palacio, José Kraft, Toño Gallo, los hermanos Ventura, Rafael Martinez, José M. Pedrido Villanueva, Adolfo Bize, Sagrera, Ricardo Della Porta, Escobar, Magín, Ismael Criado, Bayón, Urtiaga, Francho, Pedro Flores, Ferroni, Calé, Hugo Csecs, Bruzzone, Julio Olivera, Antir, Delbueno, Camblor, Irañeta, Lubrin, Carlos Ceretti, Dol, Héctor Rodríguez, Rubial, García Ferré, René Barbe, A. Messa, Raúl Naya, Enrique Couso, Luis Bello, Andrés Guevara, Armando Páez Torres, Alfonsín, Miguel Gordon, Rufino Quinteros, Manuel Kantor, Más Mate, Alfredo Levalle, Emilio Ferrer, Pedro Rojas, Manuel Ugarte, Franchot, Francisco Navarrete, Josè Serrano, Ernesto Aguilar, Raúl Roux, Raúl Arzubi Borda, Bensadon, Carlos Rodriguez, Julio Orione, Arístides Rechain, Jorge Christie M., Arturo Lanteri, Juan B. Sanuy, Fly, Atilio De Angeli, Alberto Breccia, Luis J. Medrano, Guillermo Roux, Teodoro Bourse, Angel V. Garay, Dante Quinterno, Juan Angel Cotta, Julio E. Suárez, Ramón Columba, Manuel Redondo, Ramírez, A. Patrono, Jean Josse, Gubellini, Lino Palacio… ¡habría que mencionar a tantos!... Pero prefiero empezar divulgando desde este Blog el proyecto de ley presentado para que el Día de la Historieta sea oficializado dentro del calendario cultural, tanto en escuelas como en centros culturales y demás dependencias
PROYECTO DE LEY
Artículo 1°.- Intitúyese el día 4 de septiembre de cada año como "Día de la Historieta".Art. 2°.- Durante la jornada establecida en el Art. 1º de la presente, el Poder Ejecutivo, a través de la autoridad de aplicación, dispondrá la realización de actividades públicas y gratuitas vinculadas al arte de la historieta argentina.Art. 3°.- Incorpórese el "Día de la Historieta" al Calendario Escolar de todas las escuelas en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La autoridad de aplicación diseñará actividades sobre la historieta argentina y sus hacedores, a desarrollar en el ámbito escolar Art. 4°.- El Poder Ejecutivo sostendrá y promoverá políticas públicas destinadas al desarrollo de la historieta como arte e industria cultural en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.Art. 5°.- Comuníquese, etc.
¡Felicitaciones y los mejores augurios a la Comisión “4 de septiembre – Día de la Historieta”! ¡Y nunca olviden que la historieta argentina, con personajes con nombre propio y continuidad en el tiempo, nació hace ya 96 años!
¡Felicitaciones y los mejores augurios a la Comisión “4 de septiembre – Día de la Historieta”! ¡Y nunca olviden que la historieta argentina, con personajes con nombre propio y continuidad en el tiempo, nació hace ya 96 años!
Oscar Vázquez Lucio (Siulnas)
2 comentarios:
¡¡Excelente nota, Maestro!!
Adhiero a todos sus conceptos.
Felipe R. Avila
Excelente nota, me sumo a los halagos. A mí me encantaba la revista “mundo citroen”. Me informaba mucho sobre los autos, y mi preferido es el Citroën berlingo. Quiero más informes como este.
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