viernes, 29 de octubre de 2010

Mi asignatura pendiente: conocer personalmente a Néstor Kirchner



Por Oscar Vázquez Lucio (Siulnas)

Una asignatura que ya no podré rendir, lamentablemente; y no lo siento como el deseo frustrado de un “cholulo” presidencialista. Al único Presidente que conocí personalmente, fue a Raúl Ricardo Alfonsín; y ello se debió a que había sido convocado por la entonces Directora del Museo de la Casa de Gobierno, para asesorarlos –ad honoren, como corresponde a alguien no vinculado a la política- en la proyectada muestra “Los Presidentes y el Humor” que se llevaría a cabo en los meses de setiembre a noviembre de 1988.
Aún faltaban 15 años para que Kirchner pudiera hacerse acreedor a figurar en una muestra de esa índole, a pesar de que llegaría a ese cargo con la caricatura “puesta”, ya que desde hacía tres décadas se lo conocía con el mote de “Lúpin”, el popular aviador creado por el dibujante historietista Guillermo Guerrero.
Por ello en mayo del 2003, sus partidarios coreaban a su paso: “¡Lúpin! ¡Lúpin!”. Vale decir que impensadamente, el personaje se convertiría en la caricatura del flamante Presidente, así que comenté en aquel momento: “Lo bueno sería que Kirchner, logre como Lúpin, hacer las delicias de grandes y chicos, porque esto también hay que decirlo, el personaje de Guerrero ayuda a todos a vivir mejor, y sus aventuras siempre terminan bien”; es innegable que en este aspecto, Kirchner emuló a Lúpin.
Claro que al Presidente Kirchner se lo ha comparado tanto –especialmente por el parecido de su rostro- con el personaje Lúpin, que hemos perdido de vista su origen patagónico que en cierta forma lo emparenta con otro popular personaje de historieta argentino: el indio Patoruzú, de Dante Quinterno. Es que Kirchner no se parecía a Patoruzú solamente por ser oriundo de la Patagonia y haberse instalado en Buenos Aires; Patoruzú ha sido en todo momento la encarnación del “todopoderoso bien”, a tal punto que le tocó enfrentarse al propio Diablo, quien ambicionando quedarse con el alma del indio, intentó más de una vez, desviarlo de sus buenos propósitos, con la complicidad de algunos inescrupulosos mortales (como los que tenemos en la Argentina), que trataban de impedir que pusiera su fuerza al servicio de las causas nobles; tuvo que enfrentarse, en fin, a todos aquellos que con su conducta delictiva perjudicaban a los demás. Y Kirchner –como lo demostró con hechos el quijotesco indio- no vaciló en advertirlo de entrada: “El poder hay que utilizarlo contra los poderosos, no contra el pueblo”.
Nuestro ex Presidente tal vez era demasiado confiado (para preocupación de sus custodios) en lo referido a exponerse públicamente, pero afortunadamente, no tenía la credulidad de Patoruzú como para dejar en otras manos lo que atañe a los intereses de la Nación. Y en vez de manifestar como el personaje: “¡Las veces que gritaría a tuito pulmón que nosotros somos los verdaderos dueños ‘el pais!”, corrigió resueltamente las inocultables consecuencias de las políticas de entrega desarrolladas impunemente en el pasado reciente por algunos de nuestros políticos, hoy inhabilitados por el pueblo hasta para hacerse presentes en la despedida a su fallecido adversario. Aunque el propio superpoderoso medio al que responden como títeres deba titular que Kirchner “condujo al país en la salida de la gran crisis. Renovó la Corte, negoció con éxito la deuda e impulsó los derechos humanos…”
En realidad hizo mucho más: fue, como se dijo en medios verdaderamente independientes que no responden al Monopolio que lo acusa de embestir contra los “medios independientes” (¿“independientes” de quién?): un hombre de pasión, que se atrevió a hacer cosas que no hizo otro presidente democrático; fue el que nos devolvió un país en serio; fue el que enfrentó a la “homofobia”; fue el que dejó la vida por el pueblo…
¿Quién lo hubiera imaginado cuando jugueteaba con el bastón de mando recién recibido, tras haber llegado a la Presidencia con apenas algo más del 20% de los votos?
Y a ése Presidente lamento no haber conocido personalmente, porque confirmó lo que afirmara hace muchos años Ramón Gómez de la Serna: “Se sobrepasa gracias al humor, esa actitud por la que sólo se es un profesional del vivir, en toda la sumisión que representa ese profesionalismo”. Y como si no bastara tal afirmación, el escritor español la enriqueció señalando algo que también involucra a Kirchner: “El humor ha acabado con el miedo, debe acabar aún más con él. Cosa importantísima, porque sabido es que el miedo es el peor consejero de la vida, el mayor creador de obsesiones y prejuicios”.
“Kirchner tenía mucho sentido del humor –recordó Nacha Guevara tras su muerte-. Era un Presidente que te decía ‘transgredí’, mientras otros te decían ‘quedate quieto’…”
Kirchner no “impuso a Cristina como su sucesora”, como con aire peyorativo señala en primera plana el medio antes señalado, pero su muerte multiplica la militancia de la juventud alrededor de la Presidenta, con la consigna de apoyarla; entonces me parece creíble lo señalado en un medio no ligado al Monopolio: “La sensación es que, muerto Kirchner, el kirchnerismo tiene una salida: nacer de una vez por todas. Construir organicidad. Abandonar los jirones para transformarse en bandera de los millones de personas que creen que hoy estamos mejor que hace diez años”.
Estimo que lo visto en estos días de duelo, avala tal premisa; y también cartas como la que recibí por mi última nota, de un integrante de las jóvenes generaciones: “Como siempre estimado Siulnas, es un placer leer sus artículos.Yo no soy justicialista, Siulnas, pero con este gobierno se esta dando algo tan imprevisible (por lo menos para mi), algo casi (y no dudo en decirlo) revolucionario.“Cuando hablamos de quitarle el grandísimo poder de la ‘desinformación’ a los monopolios, cuando hablamos de estatizar nuevamente el Anses, cuando hablamos de haber pagado por fin la deuda externa con el fondo monetario, y así y todo crecer en las reservas, y así un montón de cosas más, estamos hablando de una revolución política económica, y encima sin tirar un solo tiro, y fomentando la no violencia...Esto es algo que yo pensé que no lo iba a vivir en mi vida. Y quiénes se oponen?, los mismos de siempre: la iglesia, la suciedad rural, la derecha, y la izquierda (que está completamente desorientada)...“Los mismos que le hicieron el golpe económico a Alfonsín,… por eso me extraña que los radicales que lloraron la muerte de su líder, ahora compartan opiniones con aquellos que lo derrocaron...“La guita, Siulnas, es un problema... la falta de ideas... Solo violencia, y nada de ideas. La posesión, el odio a las clases bajas...“Lo único que deseo, Siulnas, es que esta revolución siga avanzando, yo estoy de este lado...”

Publicado en el blog http://siulnas-historiador.blogspot.com
y en “Democracia Nacional y Participativa” de Morón, Octubre de 2010.

1 comentario:

migueldao57 dijo...

Maestro, Néstor fue abanderado de las luchas populares, y ahora será nuestra bandera! Un abrazo