Epígrafes: 1, Juan Oliva; 2, Fotogramas de uno de sus cortometrajes de dibujos animados; 3, Tarjeta enviada por Juan Oliva al autor de esta nota al finalizar 1946; 4, Anuncio de la exhibición del cortometraje del gaucho Julián Centeya; 5, Rendija, historieta publicitaria para Cigarrillos Particulares y Gavilán; 6, “Nuestros éxitos” publicación de Estudios Oliva destinada a dar a conocer los trabajos de sus alumnos; 7, Página de “Vea y Lea” en la que Oliva aparece junto a algunos de sus colaboradores y sus personajes Filipito, Ciclón y Rejucilo, y el Marqués de Puerto Nuevo.1
Cuando en 1922, Juan Oliva vio en un cine ubicado en la rambla de Barcelona un primitivo film de dibujos animados realizado por Emilio Cohl –a quien se debe la creación de los mismos-, nació en él el deseo de incursionar en lo que tan vivamente lo había impresionado; ello explica que a poco de llegar a la Argentina se pusiera en contacto con el italiano Quirino Cristiani, pionero de esa especialidad en la Argentina, con el que colaboró en la realización de las películas de dibujos animados “El Mono Relojero”, “El fakir ayunador”, etc.
Entretanto, Oliva dibujaba para los diarios “Ultima Hora” y “El Diario”, y posteriormente para la revista “Antena”, dibujando también portadas para la revista “Mundo Argentino”.
Corría la década del treinta del siglo XX, y aunque su meta eran los dibujos animados, no desestimó la oportunidad de hacer humor gráfico en diversos medios periodísticos de entonces, naciendo personajes como Pichín el grande, que se publicó en “Sintonía”; Rendija, un gaucho creado para cigarrillos “Particulares” y “Gavilán”, que aparecía en diversas publicaciones y firmaba con el seudónimo Neos; Pepito Celuloide, en “Cine Argentino”; El Marqués de Puerto Nuevo y Rancagua, en “Figuritas”…
Todo eso sin descuidar la actividad cinematográfica; para el noticiero de “Sucesos Argentinos” crea un gauchito, cuyo nombre adoptará como seudónimo –inmortalizándolo- el periodista Amleto Vergiatti: Julián Centeya. Intervino en esa película un equipo de dibujantes integrado por Ada Bonín, Alba Brugalia, Estela Fernández, Matilde Rivero y Sara Setrán.
En 1939 funda la Compañía Argentina de Dibujos Animados y filma el corto “Desplumando avestruces”, con argumento de Billy Kerosene (Luis A. Reilly).
Al año siguiente, tras un paso fugaz por Emelco, vuelve a instalar sus estudios y se da a la tarea de formar nuevos elementos, entre los que se destacarán Jorge Elena, María Aenlle, Alberto Artico y Cosme Komnacki.
Por esa época el público argentino conoció “Filipito pistolero” y “La caza del puma”, con el “gurí” Rejucilo y su petizo Ciclón, que se estrenó el 28 de agosto de 1940, pero no se producirían nuevas películas.
Seis años después, se informa desde las páginas del primer número de “Vea y Lea” correspondiente al 14 de noviembre de 1946, que “Juan Oliva, después de un pleito de seis años de duración que sostenía con los artistas cinematográficos señores Filipito Pistolero, Rejucilo, Ciclón y el Marqués de Puerto Nuevo, acaba de llegar con todos ellos a un acuerdo, gracias al cual reiniciarán la producción de películas de DIBUJOS ANIMADOS ARGENTINOS. El motivo principal de la discordia era que habiendo estallado la guerra habíase agotado el stock de láminas de celuloide con las que se confecciona esta clase de Films; por esta causa los actores nombrados negáronse categóricamente a trabajar, pues alegaban que el actuar sin dichas láminas era un atentado contra su fotogenia, y por dicho motivo este famoso dibujante, a pesar de ser el papá de estos señores no pudo imponer su autoridad paternal, quedando, por lo tanto, suspendidas las actividades fílmicas en sus Estudios…”
De todos modos, en los últimos tiempos, la finalidad de Estudios Juan Oliva –últimamente se había instalado en el 1396 de la porteña calle Victoria (antes de que se le impusiera el nombre de Hipólito Yrigoyen)- era funcionar como institución dedicada a la enseñanza del dibujo cinematográfico y demás especialidades, habiendo surgido de la misma dibujantes que adquirieron notoriedad, como los ya nombrados Joge Elena, Alberto Artico, y Cosme Komnacki, y Leandro Néstor Sesarego, Egisto Orlando De Benedetti, José Luis Peris Castro, Carlos Rossomando, Juan Carlos Legorburo, José Kraft, Omar Stoico, Omar Ghezzi, María del Rosario Izquierdo, Pascual Ruggero, Luisa Lucchese, Alejo Storti, Ernesto Paz, Irma Soto, Domingo Di Martino, Aníbal Bendati y Victoriano Martín, entre otros.
Ya en setiembre de 2005, Juan Oliva –fallecido en 1975- había sido homenajeado en el marco de la 4ª Bienal Internacional de Humor Gráfico Humoralia, en Catalunya (España), ciudad natal del dibujante –nació en Organyà el 19 de agosto de 1910-, cuyo nombre verdadero es Joan Oliva i Grau.
Oscar Vázquez Lucio
3 comentarios:
Querido Siulnas, solo agregaría a su completísimo informe, que en Organyà existe una bonita fuente en honor a Juan Oliva. Fue inaugurada en septiembre de 2005, a instancias del alcaldé de Organyà y de Paco Ermengol, otro humorista catalán/argentino, por entonces responsable de Humoralia.
El homenaje a Juan Oliva en Lleida (capital de la provincia homónima, en donde se encuentra Organyà), llevado adelante por Humoralia y el Ayuntamiento local, ha hecho justicia, al menos por unos meses, a la memoria de tan ilustre pionero de la animación nacional.
Hace un tiempo publicamos un informe en Imaginaria sobre el evento, del cuál tuvimos el honor de coordinar:
http://www.educared.org.ar/imaginaria/16/3/juan-oliva.htm
Un abrazo al gran Premio Honorario 2010!!
Cesar.-
Estimado Da Col:
Le agradezco el agregado -merecedor de un recuadro aparte-, que por supuesto tenía presente, si bien centré mi nota en la parte histórica de Juan Oliva, a quien conocí personalmente en 1946, aprendiendo con él los primeros pasos en la técnica del dibujo animado. Tenía entonces entre los profesores de su Academia de dibujo ubicada en la calle Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen)a algunos egresados de la misma, entre otros, el prolífico dibujante Jorge Elena, con quien mantuvimos una cordial amistad a través de los años,compartiendo además las páginas de no pocas revistas humorísticas.
Gracias por el "abrazo al Premio Honorario", el que es un reconocimiento de la generación de ustedes a los veteranos que no siempre han sido valorados por los sucesores. Entre las satisfacciones que me ha dado el Museo de la Caricatura, el que su actividad esté ahora en manos de ustedes, me resulta una de las más gratificantes.
Y debo reconocer que uno de los factores que me ha impulsado a reemprender con el proyecto del Diccionario del Humor, la ardua tarea que hace tres décadas desarrollé para concretar la Historia del Humor, es el apoyo y entusiasmo que ustedes me brindan.
Un abrazo
Siulnas
Estimado Siulnas:
Le agradezco profundamente el homenaje que le ha realizado a mi padre, con motivo del centenario de su nacimiento.
Celebro su merecido Premio Honorario 2010.
Cordiales saludos,
Aninés Macadam
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