Ilustraciones: A la izquierda: Tiras de Magolín. A la derecha, arriba: Magolín corporizado; abajo: Jorge Oscar García y Gardel a través de su fosforomanía.
Magolín no es el primero ni el último personaje mago de historieta; sin contar a los magos de historieta seria como Mandrake –también conocido a través del nombre de Solimán por uno de los tantos caprichos rebautizantes del poeta Horacio Rega Molina durante su paso por el diario “Crítica”-, sólo entre sus congéneres de tiras cómicas, unos cuantos magos le precedieron: El mago Fun-yi-to, de Héctor L. Torino (1938); El gnomo Pimentón –polvos mágicos mediante-, de Oscar Blotta (1938); El mago Truco y su ayudante Retruco, de Daloisio (1940); El mago Yu-yi-to, de Gonzalez Fossat (1947)… Otros, surgieron después de la primera aparición de Magolín en 1957: El mago Tachuela, de Juan C. Avalos (1962); El mago Fafa, de Bróccoli (1973)…
-¿Por qué un mago? –me preguntó en una ocasión Carlos Garaycochea, sin advertir que no era un mago más, sino un mago diferente, porque Magolín tiene poco en común con sus colegas, ya que es esencialmente romántico; no saca conejos de su galera, pero seguramente va a sacarlos del alcance de los cazadores, de la misma manera que convierte una tormenta en una lluvia de flores para que a una pareja no se le arruine el picnic de Primavera.
En 1957, la personalidad de Magolín impactó tanto a Julián Centeya, flamante director de la efìmera revista humorística “Tío Vivo”, que el personaje se convirtió en el salvoconducto de Siulnas para ingresar por la puerta grande al staff de colaboradores de la publicación, a pesar de lo cual el reconocimiento de su autor –metido a editor 17 años después- fue tardío, pues Magolín recién apareció en la revista “Humorón”, a partir del 5º número de la misma, por supuesto que haciéndose prontamente acreedor a toda clase de elogios tanto por parte de los lectores de la revista, como a través de comentarios periodísticos en diversos medios que no vacilaron en definir al personaje como un “mago con mucho ángel”. Un verdadero mago-lin…do.
¿Por qué traigo ahora a colación todo esto? Porque al finalizar la penúltima sesión de tablas de la Academia Porteña del Lunfardo, durante el espacio de tiempo que los Académicos compartimos más informalmente antes de despedirnos hasta la siguiente sesión, Jorge Oscar García se mostró sumamente interesado en saber con cuál de mis personajes yo me sentía más identificado.
En ese momento lo tomé como una simple curiosidad de mi interlocutor; al volver a reunirnos, pude comprobar que no había sido así.
En una cajita de cartón, de 3 centímetros por 3 y 7 centímetros y medio de alto, podía verse a través de la “vidriera” de celuloide de dos de sus caras, un Magolín en 3 dimensiones, réplica perfecta y corporizada del que salía de mi pluma sobre el papel. Al dorso podía leerse: “Al académico Oscar Vázquez Lucio SIULNAS. Recordando a MAGOLÍN El inefable mago que paseó su bonhomía en las revistas “Tío Vivo” y “Humorón”. Afectuosamente Jorge Oscar García. Fosforomanía, octubre 2009”.
Los visitantes de este Blog se estarán preguntando lo mismo que yo me pregunté de entrada: qué es la Fosforomanía. Dejemos que lo explique el propio Jorge Oscar García:
“En cuanto a "Fosforomanía" te cuento: es el nombre con que bauticé a la modesta artesanía porque básicamente la ejecuto con fósforos de madera y algunos materiales afines papel, cartulina, etc.Con tal procedimiento he realizado personajes tales como Gardel, Sócrates, Alfonsina Storni, General Roca, Quinquela Martín, etc. Al disponerme a realizar el MAGOLIN (nunca había hecho un personaje de historieta, éste es el primero), me encontré con la particularidad del mayor volúmen de la cabeza y el tronco y fue así que tuve que apelar a otros materiales para esas partes y emplear fósforos sólo para los brazos y las piernas.”
Roberto Selles -a quien Jorge Oscar García le había obsequiado un "Gardel" a título de "Fosforomanía"- le dedicó unos versos cuya última estrofa dice:
"De esa manera, el Jorge Oscar García
como quien crea un todo de la nada,
nos inventó la fosforomanía".
Oscar Vázquez Lucio (Siulnas)
Mi agradecimiento a Jimena Vázquez Popia por colaborar en la realización de esta nota tomando las fotos del Magolín corporizado.
2 comentarios:
Mi comentario tal vez resulte algo imparcial,ya que soy hijo de Jorge García... Demás está decirles que mi padre tiene un talento que ni él se anima a veces a reconocer en muchas cosas. Esta es una de esas cosas de las que hablo. Ha hecho una impresionante colección de muñecos de fósforo que son dignos de una exposición. A mi padre,una vez más,por ésto lo felicito de todo corazón.
Seguramente, nada resulta tan grato a un padre como que lo que hace sea admirado por sus hijos. Es el primer paso para decidirse a exponer su obra ante los demás. Y tal vez esa felicitación "de todo corazón", ha tenido mucho que ver para que los demás podamos disfrutar hoy de esa magnífica colección de fósforo, que en mi caso personal ha homenajeado a uno de mis personaje más queridos.
Siulnas
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